¿Cómo encontrar tu propósito este 2023?
No tener un propósito hace que, aunque estés súper ocupada, haciendo miles de cosas, no te sientas llena ni satisfecha.
Lo sé porque he sentido esto por mucho tiempo antes de encontrar el mío, y sé que tú quizá puedes entender este sentimiento porque a diario recibo muchos mensajes en mi Instagram y en mi correo de personas de esta comunidad que no saben cuál es su propósito ni por dónde empezar a descubrirlo.
Hoy te invito a hacerte 4 preguntas y a reflexionar sobre algunas cosas que te llevarán a darle respuesta a la gran pregunta que te trae a leer estas líneas: ¿cómo encontrar tu propósito este 2023?
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¿Qué me frena de encontrar mi propósito?
Ambas sabemos que no es fácil sentirse sin propósito o que estamos viviendo alejadas de él.
Y cuando eres más consciente de esto, puedes sentir como que vives con una especie de frustración porque quizá no tienes el conocimiento, el tiempo o los medios económicos para hacer una pausa en tu vida y dedicarte a encontrar ese propósito.
Además, no todos somos iguales.
Hay quienes prácticamente nacen sabiendo cuál es su propósito o que lo descubren a muy temprana edad, y hay quienes, como me pasó a mí, están en su vida adulta aún en la búsqueda de su verdadera vocación.
Si tu caso es el segundo, que sepas que no eres un caso aislado ni eres la única.
Y eso es lo primero que tenemos que hacer: quitarnos estas creencias limitantes que se nos han arraigado.
Los pensamientos limitantes nos alejan o nos frenan a encontrar nuestro propósito.
Hay muchos pero los más comunes son:
La edad
Esta bendita limitación que nos han impuesto a todos respecto a la edad.
Yo he conversado con personas que solo tienen un poco más de 30 años, incluso 50 años, o más, que piensan que ya es momento de rendirse y de no seguir buscando ese propósito porque es muy tarde para ellos.
Porque creen que no van a tener el tiempo ni la disposición y sienten que su único trabajo es producir dinero y alimentar a su familia, sin hacer nada más que les resulte satisfactorio o les haga feliz.
Y, sí, hay responsabilidades que atender pero no es a lo único que venimos.
La vida no se reduce a eso.
Venimos también a realizarnos como personas haciendo aquello que nos llena y nos hace felices, el impacto positivo a nivel emocional que tiene esto para nuestras vidas y relaciones es incalculable.
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No puedo cambiar
Esto suele venir de la crianza.
Y no, no significa que nuestros padres tienen la culpa.
Para nada.
Debemos entender que muchos de nosotros, quienes crecimos en Latinoamérica, tenemos enraizado en nosotros ese sentido de supervivencia, esa idea y responsabilidad de tener que definir qué vas a hacer con tu vida en una edad muy temprana.
De hecho, muchos de nosotros somos los únicos o de las primeras generaciones que hemos conseguido una carrera profesional dentro de nuestra familia y esa es una bendición y, a la vez, una presión muy grande.
Y aunque es algo que nos debe hacer sentir muy orgullosos de nosotros y de nuestros padres, debemos reconocer que una de las grandes consecuencias de esto es que sentimos que debemos dedicarnos toda la vida a aquello que decidimos cuando estábamos muy jóvenes, casi como si fuera una sentencia de vida.
El problema con esto es que cuando evolucionamos y empezamos a vivir otras cosas en la vida, y empezamos a sentir que podemos hacer otras cosas nuevas, a sentir que podemos tener un propósito diferente a lo que nos estamos dedicando ahora, tenemos un conflicto interno muy grande.
Este conflicto suele venir incluso con mucha vergüenza y miedo al cambio, o a defraudar a nuestra familia.
Todo esto poco a poco va a enterrando nuestro deseo de encontrar ese propósito y terminamos pensando que es solo una ilusión o un privilegio para unos pocos.
Y esto no es verdad.
Tienes todo el derecho de cambiar de rumbo para permitirte dedicarte y ser aquello que realmente quieres y viniste a ser.
¿Cómo empiezo a encontrar mi propósito?: hazte estas preguntas
La clave para dejar el piloto automático de la vida y empezar a ser más consientes de qué estamos haciendo y qué queremos hacer es hacernos preguntas, es cuestionarnos todo.
Solo de esta manera podemos encontrar nuestro propósito.
Pero, ¿qué preguntas debo hacerme para encontrar mi propósito?
A continuación, te sugiero algunas de las que he usado en mi proceso personal y que suelo utilizar también en mis sesiones personalizadas de coaching:
1. ¿Por qué?
Sí, una pregunta tan básica y tan compleja a la vez.
¿Recuerdas cuando eras pequeña y no dejabas de preguntarte el por qué de todo?
Si tienes hijos, quizá te funcione mejor pensar en esa etapa de tus hijos donde no paran de preguntar por qué en muchísimas situaciones y escenarios y hay momentos donde te dejan sin palabras porque realmente no sabes cómo explicar por qué, porque en algún punto diste por sentado que eso era de esa manera sin cuestionarte nada más.
Pues, así sucede con la vida; con nuestra vida.
Es momento de que te preguntes por qué haces lo que haces.
Más allá del dinero o del deber, ¿por qué lo haces?
2. ¿Qué harías si el dinero no fuera una limitante?
Esta es una gran pregunta, sobre todo en la vida adulta.
¿Qué harías sin importar si te pagan o no?
¿Qué harías todos los días con ganas e ilusión sin necesidad de un beneficio económico?
Imagina que no tienes que trabajar porque todas tus necesidades están cubiertas, ¿qué te gustaría hacer?
Puede que lo primero que pienses sea descansar, porque sí, es la primera cosa que se nos puede venir a la mente, sobre todo cuando llevamos vidas ajetreadas y hay mucho por lo cual preocuparse.
Pero además de eso, hablo de una actividad.
¿Qué es eso que harías por el simple disfrute de hacerlo?
¿Qué eso que te emocionaría hacer?
Esta pregunta puede darte muchas respuestas reveladoras, por eso te recomiendo que te tomes el tiempo y la libertad de pensar seriamente en ella. Es un gran paso para conocerte y acercarte a tu propósito.
3. ¿Qué tanto lo quieres?
¿Qué tanto quieres alcanzar ese objetivo?
¿Qué tanto quieres dedicarte a eso que te gusta?
Porque es importante que entendamos que todo supone un esfuerzo y momentos dificultad.
No hay un momento en la vida en donde todo sea color de rosa, incluso si encuentras tu propósito y eres muy feliz con lo que haces.
Y es que, así como hubo, hay y habrá muchas limitaciones externas e internas que son parte de la vida, pero la diferencia es que, si lo quieres con todas las fuerzas, y eres realmente feliz viviendo tu propósito, entonces encontrarás siempre las maneras de superar esos obstáculos.
Suena fácil, pero no lo es.
Muchas veces yo también he querido tirar la toalla, incluso haciendo aquello que amo. Es normal. La diferencia es que quiero tanto seguir haciendo lo que hago y encuentro tan valioso mi propósito, tanto para mí como para otros, que siempre encuentro las maneras de seguir adelante.
Y eso es lo que quiero que tú también seas capaz de sentir.
4. ¿Cómo puedes implementar un sistema eficiente para avanzar hacia esa meta?
Cuando uno encuentra su propósito y la vida te da razones para no ir hacia esa meta, o encuentras excusas válidas y poderosas para no continuar yendo hacia tu propósito, es ahí cuando más necesario y relevante se vuelve la respuesta a esta pregunta.
Por ejemplo, si tienes que seguir en ese trabajo que no te llena y que no te acerca a tu propósito, entonces es ahí cuando debes comprometerte a dedicar dos horas antes de ir a tu trabajo y/o dos horas después a formarte en lo que realmente quieres hacer, a buscar oportunidades en ese sector o simplemente a empezar ese proyecto.
Si no puedes dedicar ese tiempo porque tienes una familia que atender o por alguna otra razón, puedes implementar un plan de ahorro que te permita hacer una proyección en el tiempo para saber que tendrás que sacrificar x cantidad de tiempo más en ese empleo para hacer un colchón sólido para poder saltar a ese sueño.
Estos son ejemplos, pero siempre hay algo que podemos hacer, pequeños sacrificios, que podemos hacer para caminar hacia nuestro propósito.
Porque así como conseguimos excusas, debemos encontrar también soluciones que nos permitan seguir en la dirección que queremos.
Te invito a pensar en cuáles son esos hábitos que te pueden ayudar a ir tras ese propósito.
¿Qué hacer para encontrar mi propósito?
Si estás en un punto cero donde de verdad no sabes y no entiendes cual podría ser esa vocación para ti, te puede ayudar varias cosas. Lo primero es entender que tu propósito no tiene que ser necesariamente lo que te de el sustento económico.
Si es, en sí mismo, o logras convertirlo en una actividad rentable para ti, fantástico.
Pero no empieces a buscarlo con la presión de que tu propósito te mantenga económicamente, al menos no en un principio.
Puede que tu propósito sea algo que disfrutes hacer simplemente por la pasión de hacerlo, mientras mantienes otro empleo que realmente te sustenta y que también disfrutas.
Puedes tener varios propósitos y, sobre todo, siempre tienes el derecho de cambiar porque somos seres en constante evolución.
Otras cosas que pueden ayudarte a encontrar tu propósito son:
1. Explorar e identificar tus valores
Haz una lista de tu valores, de esas cosas con las que te identificas.
Puede servirte mucho pensar incluso en qué es lo que disfrutas hacer, qué sientes que se identifica contigo, con tus habilidades y en aquello que de lo que te sientes o te sentirías orgullosa de estar haciendo.
Y si sientes que debes preguntar, hazlo.
Pero con mucho cuidado a quien le preguntas.
Debe ser alguien con quien tengas una relación saludable, con quien sientas en plena confianza, alguien que sientas que te conozca y que no te juzgue y que te pueda decir con toda honestidad qué eso que te ve haciendo, qué es eso en lo que cree que eres buena, qué cosas se te dan con facilidad o esa persona identifica que son muy parecidas a ti.
Esto puede ayudarte mucho porque estas personas cercanas pueden tener una idea un poco más amplia de ti.
2. Seguir tu intuinición
Nuestra voz interior nunca se equivoca.
Muchas veces pasamos nuestra vida callando o bajándole volumen a esa voz.
Vamos a darle volumen esta vez.
Vamos afinar bien el oído.
Vamos a permitirle que hable y que diga lo que tiene que decir.
Esa voz siempre nos dice qué es lo mejor para nosotros, dale una oportunidad.
3. Tomar la decisión
La duda y la falta de seguridad son los principales factores por los que los sueños se quedan siendo sueños y no se materializan en objetivos reales o tangibles y esto también es parte de conseguir tu propósito.
Si tu cierras los ojos y te imaginas a la mejor versión de ti, a la persona que verdaderamente viniste a ser, ¿qué está haciendo esa persona? ¿Cómo se siente?
¿Te quieres sentir así?
Entonces toma la decisión todos los días de ir tras ello.
Toma la decisión todos los días de convertirte en esa persona.
Toma la decisión todos los días de sentirte de esa manera.
Toma la decisión todos los días, incluso cuando parezca muy lejano.
Si necesitas ayuda, si sientes que te cuesta mucho más escucharte y conectar con tu propósito o vocación, no dudes en contactar conmigo. Pongo a tu disposición mi experiencia y herramientas para que tú misma encuentres eso por lo cual levantarte todos los días y eso que realmente te haga sentir que disfrutas lo que haces.
No es imposible y está a tu alcance.
Yo siempre digo que hay tres tipos de personas:
Las que están viviendo su propósito
Las que están buscando su propósito
Las que están ignorando su propósito
¿Cuál eres y cuál quieres ser?
Solo tú puedes determinarlo y hacer los cambios necesarios.