5 beneficios de practicar el agradecimiento
Si hay algo que me queda muy claro desde que empecé a practicar la gratitud muchos años atrás, es que la gratitud te hace más feliz.
Y no solo lo digo yo, que lo he experimentado, la neurociencia ha demostrado que practicar el agradecimiento te hace un 25% más feliz.
De hecho, se ha comprobado que vivir desde la gratitud puede aumentar las emociones positivas, la satisfacción y las conductas prosociales, mientras reduce los niveles de estrés
Es algo que cuesta tan poco y vale tanto que merece la pena al menos intentar cerrar o empezar el día agradeciendo.
Si todavía no te convences del todo, a continuación, te presento 5 beneficios de practicar el agradecimiento que he experimentado en mi vida y que han sido demostrados por la ciencia.
Y si estás animada, pero no sabes cómo empezar, más abajo te propongo varias opciones sencillas para empezar a disfrutar de los beneficios de ser agradecidos.
¿Cuáles son las ventajas de dar las gracias?
1. Puede ayudarte a relacionarte mejor
Cultivar la gratitud también te genera sensaciones muy positivas que te permiten estar más abierta a nuevas relaciones, pero a la vez te permite sentirte más cerca de los tuyos y valorar las relaciones saludables que tienes en tu vida.
Según la revista Emotion en un artículo publicado en 2014, “quienes saben agradecer tienen mayores posibilidades de generar vínculos saludables con pares”.
Asimismo, vivir la vida desde la gratitud te permite expresarla a otros y ofrecerles un reconocimiento sincero por lo que significan en tu vida, por lo que hacen por ti y por lo que son. Esto es FUNDAMENTAL para construir y afianzar lazos de confianza y para mostrarnos más amables y cariñosos con las personas que nos rodean.
Además, este estudio demostró que la gratitud promueve lazos de intimidad en las parejas.
Uno de los resultados indica que las personas más agradecidas suelen ser más comprometidas y suelen permanecer por más tiempo en una relación.
2. La gratitud te ayuda a dormir mejor
Este es uno de los beneficios que experimenté en mi vida sin darme cuenta de que estaba, de alguna u otra forma, relacionado a este hábito.
Pero la verdad es que después de leer al respecto y de yo misma analizarlo, caí en cuenta de que tenía muchísimo que ver.
Según un estudio de 2011 publicado en Psicología Aplicada: Salud y Bienestar, escribir en un diario de gratitud mejora el sueño.
Así como el journaling que te ayuda a despejar la mente de pensamientos y emociones, por otro lado, hacer una lista diaria de las cosas por las que te sientes agradecido, te puede ayudar a dormir mejor y por más tiempo porque te ayuda a tener una sensación de relajación, de calma y de bienestar por reconocer visualmente aquellas cosas por las que te sientes afortunada y que van bien en tu vida.
Por eso en mi cuaderno de conexión personal he incluido un espacio con notas para que te puedas desahogar, una lista de 3 cosas que agradecer y un espacio para resaltar los momentos más importantes de tu día; todo en un mismo espacio para simplificar todas estas actividades que nos hacen sentir tan bien.
3. Puede mejorar la salud física
La lista de beneficios de la gratitud hacia la salud física es grande, toma nota:
La gratitud se ha asociado a la disminución de marcadores proinflamatorios.
Se ha asociado a un aumento de la variabilidad de la frecuencia cardiaca en reposo.
Mejor funcionamiento cardiovascular.
Disminución de la presión arterial.
Mejor respuesta inmune.
Menores niveles de hemoglobina glucosilada.
Además de relacionarse a la gratitud con mejores parámetros en salud física como los que te nombré anteriormente, también se ha comprobado, según estudios de Robert A. Emmons y Mike McCullough, que quienes practican la gratitud reportaban menos problemas de salud y rinden 1.5 horas más durante el día.
Las personas que viven con gratitud suelen ser más respetuosas con su cuerpo y, en general, se ha demostrado que experimentan menos dolores y más sensación de bienestar.
4. Mejora la autoestima
Uno de los beneficios de agradecer todos los días es que puede ayudar a mejorar la manera en la que te percibes a ti, tus logros y quien eres.
Hay muchas formas de mejorar la autoestima y de practicar el amor propio, como las 6 que te presento en este artículo, pero la gratitud es una manera también muy poderosa y sencilla de valorar quien eres, el esfuerzo que haces, tus cualidades y todo lo que tienes para ofrecerte a los demás.
Se ha demostrado que la gratitud nos permite valorarnos más y mejor, y ser amables con nosotros mismos, así lo reportó el Journal of Applied Sport Psychology en el 2014, tras un estudio hecho con atletas.
También se ha comprobado que la gratitud reduce muchísimo las comparaciones sociales, lo que puede ayudarnos a evitar sentir envidia.
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5. La gratitud te hace más resiliente
Hay muchísimo estudios que demuestran que la gratitud puede desempeñar un papel importante en la superación del trauma de cualquier nivel, y esa es una de las cosas más positivas que tiene este hábito en nuestras vidas.
Por ejemplo, en 2003, el Diario de Personalidad y Psicología Social encontró que la gratitud fue un factor importantísimo en la resiliencia de las víctimas directas e indirectas de los ataques terroristas del 11 de septiembre.
Otro estudio que publicó Behavior Research and Therapy en 2006 concluyó que los veteranos de la guerra de Vietnam con mayores niveles de gratitud experimentaron tasas más bajas de trastorno de estrés postraumático.
En 2012, la Universidad de Kentucky publicó un estudio en el que los participantes que practicaban constantemente la gratitud tenían menos probabilidades de tomar represalias y un menor deseo de venganza ante hechos negativos, perjudiciales e injustos para ellos.
Estas son algunas de las demostraciones más claras de cómo la gratitud impacta en cada uno de nosotros y cómo nos permite estar en paz con lo que nos sucede, con nosotros y con otros.
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¿Cómo incluir el agradecimiento en mi vida?
Definitivamente son muchos los beneficios de agradecer al universo, a Dios, a la vida y a las personas que nos rodean, pero ¿cómo practicar la gratitud en tu día a día?
Hay muchas maneras, las que te voy a sugerir a continuación te van a tomar muy poco tiempo:
Diario de gratitud: puedes llenar un diario de gratitud que viene como en formato de libreta o de cuaderno de conexión personal donde vas a poder enumerar las cosas por las que te sientes agradecido a diario y resaltar los mejores momentos de tu día, aunque sean pequeñitos; todo suma.
Jarro de gratitud: puedes hacerlo con los más pequeños de la casa o toda la familia, es una dinámica sencilla y divertida. Cada uno puede llenar un papelito al día con algo que agradece, lo leen en voz alta y lo introducen en un envase que pueden personalizar en familia y tener a la vista en casa como parte de la decoración. La clave está en escoger un momento del día donde estén todos juntos para hacerlo a diario, puede ser antes de cenar. Esta estrategia fue popularizada por la autora de "Eat, Pray, Love", Elizabeth Gilbert, como tarros de felicidad donde ella proponía hacerlo de forma individual y volver a él cada vez que necesites ánimo o un poquito de felicidad. Si necesitas inspiración, puedes mirar ejemplos en Pinterest.
Lista de gratitud: simplemente necesitas papel y lápiz y hacer una lista con las cosas que te hacen sentir agradecida. Esto puedes hacerlo diariamente, semanalmente o cuando tengas tiempo.
Paseo de gratitud: mientras caminas, sacas a pasear el perro o das una vuelta por tu barrio, practica la atención plena y concéntrate en agradecer mentalmente cosas que sucedieron en tu día, personas que son importantes para ti, cosas de la naturaleza que te topas en el camino o incluso partes de tu cuerpo de las que te haces más conscientes durante tu paseo, como tus piernas, tus pulmones, tu nariz, tus ojos, etc.
Notas de gratitud: puedes tomar post its y a diario apuntar algo por lo que agradezcas especialmente ese día y ponerlo en un lugar de la casa que esté asociado con eso para hacerlo más visible y conectar con esa gratitud siempre que lo veas. Por ejemplo, puedes agradecer por el acceso a la comida y esa nota ponerla en el refrigerador, puedes agradecer por tu cuerpo o por tu salud y poner esa nota en tu espejo.
Carta de gratitud: cuando tengas más tiempo e inspiración, más que una lista puedes extenderte y hacerte una carta de gratitud por algo que has conseguido superar o lograr, puedes escribir una carta de gratitud a alguien (no hace falta que se la des), puedes escribir una carta de gratitud a la vida, en fin, es una actividad catártica y muy gratificante.
Oración: si eres religioso, puedes comunicarte con Dios a través de una oración para empezar el día agradeciendo o terminarlo. Hazlo con tus propias palabras, no es necesario que sea muy elaborado, concéntrate en que sea una conversación honesta y desde el corazón.
Es verdad que generalmente la gratitud es inconsciente, pero también se aprende y nunca es demasiado pronto o demasiado tarde para hacerlo.
Lo mejor que puedes hacer para aprender a vivir la vida desde la gratitud es reunirte con personas agradecidas, al final será un ejemplo y una motivación en tu vida para adquirir este hábito tan positivo.
Todo empieza contigo misma, pero no pierdas la oportunidad de invitar e involucrar a tu familia y a tus amistades porque es muy gratificante.
Un ejemplo muy bonito de esto es la cena de Acción de Gracias, que es una tradición de Estados Unidos pero que cada vez se populariza más en el resto del mundo.
¿Tienes otras ideas sobre cómo practicar el agradecimiento? ¿Cuál de estas has puesto en práctica o quisieras poner en práctica? Me encantaría leer tus comentarios.