Cambios inesperados: ¿Cómo utilizarlos a nuestro favor?
Cuando nos aferramos a aquello que es familiar y nos empeñamos en quedarnos ahí para siempre, es como si nosotros mismos le estuviéramos cerrando la puerta a TODO lo maravilloso que puede llegar a nuestras vidas.
Entonces, ¿por qué nos resistimos al cambio?
Te cuento algunas de estas razones y cómo hacer para utilizar los cambios inesperados y drásticos a nuestro favor.
En febrero del 2019, estuve hablando sobre por qué nos resistimos al cambio y por qué deberíamos dejar de hacerlo en el primer Summit para Mujeres Empresarias de Habla Hispana en Londres y en ese momento me centré sobre todo en uno de los más grandes cambios: la emigración.
Pero hoy te quiero hablar del cambio en general.
Porque el cambio en la vida es una constante.
¿Por qué nos resistimos al cambio?
Los científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) han demostrado que repetimos ciertos comportamientos porque nuestro cerebro está en una especie de rutina. Debido a esto, nos resulta muy difícil cambiar nuestro comportamiento.
Además, el cambio se asocia con incertidumbre y con el miedo a sufrir o al dolor.
De hecho, varios estudios de neurología indican que la incertidumbre se registra en nuestro cerebro de manera muy similar a como lo hace un error. Debe corregirse para que podamos sentirnos cómodos de nuevo.
Y definitivamente sé que no es fácil salir de lo que llamamos “zona de confort”, que es simplemente lo que conocemos, lo que se nos hace familiar, lo que nos hace sentir bien, o es algo que quizá no nos hace completamente felices pero funciona.
Los cambios en la vida: ¿cuáles son?
Para mí, hay dos tipos de cambios:
El cambio que iniciamos nosotros: estos son los que solemos llamar cambios positivos en la vida. Son los que planificamos cuando pensamos “mi vida necesita un cambio” o “necesito un cambio drástico en mi vida” o “me vendría bien cambiar mis hábitos”. Los podemos controlar bien porque nos preparamos para tomar esa acción.
El cambio inesperado: no lo podemos anticipar. Como no podemos controlarlo, es el tipo de cambio que nos hace sentir desubicados, con falta de balance, perdidos. Es el cambio que NO nos gusta. Nadie quiere sentir que se tambalea. Es como “no me cambies lo que ya tengo en mi vida. ¿Por qué tiene que venir este evento a trastocar algo que a mí me gusta o a sacarme de un lugar donde quiero quedarme?”
¿Cómo dejar de resistirse y aceptar el cambio?
El crecimiento más significativo que yo he tenido en mi vida se ha dado, SIN DUDA, gracias al cambio.
Seguramente a ti también te ha pasado y esto es lo que puedes hacer para verlo más claro y aceptar el cambio:
Propicia cambios
TÚ PUEDES CAMBIAR TU VIDA.
Yo creo que la manera en la que nosotros podemos entrenarnos para el cambio inesperado es a través del cambio que es propiciado por nosotros.
Mientras más hagamos una cosa, mejor nos vamos a convertir en eso ¿verdad?
Entonces, si quieres ser una persona que sabe reaccionar a algún cambio inesperado, deberías darte a la tarea de intentar generar cambios seguidos en tu vida.
Por ejemplo, hace poco me mudé a una nueva casa y estoy MUY FELIZ con ese cambio pero todo el mundo se asombró con esa mudanza porque no tenía la “necesidad” de mudarme.
Nada malo había pasado en mi casa anterior. De hecho, fui muy feliz ahí.
Al tomar la decisión de mudarme a una casa nueva, pensé en qué cambios podría hacer en mi vida para crecer porque sentía que había llegado al término de un ciclo.
Sentía que para seguir fortaleciendo mi negocio como life coach necesitaba un espacio más grande porque trabajo desde casa, así que decidí propiciar este cambio, planificarlo y hacerlo.
Se trata de saber identificar cuándo tenemos que cambiar, incluso si nos sentimos bien donde estamos ahora.
Ese tipo de decisiones es lo que representa para mí un entrenamiento para estar preparados para cambios inesperados, poder reaccionar de mejor manera y encontrar las soluciones más rápido.
Si tú sientes que tu vida en este momento está estancada, que nada está sucediendo, y estás esperando que pase algo que te genere una emoción… ¡Inícialo tú!
Tú puedes planificar ese cambio y tomar una acción diaria que te lleve a algo diferente.
Da pasos pequeños
A veces tenemos la expectativa de que el cambio tiene que ser INMENSO y perfecto porque sino NO vamos a dar ese paso.
Pero, ¿qué pasaría si el día de hoy tú tomas la decisión de hacer un cambio en tu vida por muy pequeño que sea?
Imagínate que tienes el interés de pintar o de escribir, no quiere decir que este cambio va a ser tan radical como que esa va a ser tu carrera nueva o que va a cambiar tu mundo por completo.
No importa la edad que tengas, la profesión que tengas, lo que importa es que des el paso, que tomes acción e invites al cambio a tu vida.
Esto te va a hacer sentir diferente, te va a dar motivaciones nuevas, te va a inspirar de otras formas, te va a acercar a personas diferentes y te va a exponer a un ambiente distinto…
¡Son tantos los beneficios que nos trae a la vida el cambiar, el probar cosas nuevas!
En muchas ocasiones no nos permitimos experimentar con cosas que nos han llamado la atención por años porque creemos que las condiciones no están perfectamente dadas para poder hacerlo o, peor aún, porque creemos que no somos lo suficientemente buenos para hacerlo.
La vida no se trata de que seas el mejor, se trata de que lo hagas porque te gusta, porque el solo hecho de hacerlo, independientemente si lo haces bien o no, te llena y te hace sentir bien.
Cambia de actitud
Nuestra actitud es lo más crítico en un cambio inesperado.
Esa actitud que tienes en los momentos que no son tan positivos es la actitud más importante, y la que tenemos que aprender a cultivar.
Es muy fácil mantenernos positivos cuando las cosas están bien o cuando todo está marchando como lo planeamos, pero cuando las cosas comienzan a cambiar y suceden cambios drásticos; es ahí cuando tenemos que mantenernos fuertes.
Y yo entiendo perfectamente que no siempre es sencillo, es algo que tenemos que aprender a mejorar.
Como todo, es un proceso pero es posible.
No se trata de recibir una mala noticia con una sonrisa en la cara.
Se trata de que cuando estoy pasando por algo difícil debo estar alerta para descubrir qué puedo aprender de esta experiencia para el futuro y cómo aprender del cambio.
No te aferres a quien fuiste
Por mi experiencia personal y como coach de muchas personas que me han permitido ayudarles a generar procesos profundos de cambio, reconozco que solemos empeñarnos en querer regresar a quienes fuimos.
“Es que yo antes estaba más enfocada”,
“yo antes tenía esto o aquello”,
“yo antes era mejor”,
“yo antes era más responsable”.
Así, nos decimos un sinfín de cosas todos los días para convencernos de que el secreto de nuestra felicidad está en regresar a ser quienes éramos en nuestro “mejor momento”.
Te propongo a tomar aquello que tenías en el pasado, que te gustaba de ti, y fusionarlo con quien eres hoy.
TÚ ERES una versión mejorada de ti mismo, aunque quizá no lo veas ahora.
No se trata de regresar el tiempo.
Se trata de tomar eso que está dentro de ti y fusionarlo con esta versión mejorada de ti que ha aprendido, ha crecido, que ha sufrido o llorado un poco más pero que definitivamente es mejor porque ha aprendido del cambio.
¡Eso es tomar el cambio a tu favor!
¿Recuerdas la mudanza que propicié yo misma, incluso cuando me sentía cómoda donde estaba?
Lo hice pensando: ¿cómo puedo convertir el cambio a mi favor para no quedarme estancada para siempre?
En este video te cuento un poco más sobre ese cambio y te muestro mi casita nueva:
¿Y tú?
¿De qué manera vas a propiciar el cambio HOY en tu vida?
Toma la decisión de hacer cambios que te lleven a ser esa versión que SIEMPRE has querido ser.
Recuerda que yo estoy aquí para acompañarte a transitar en este proceso e incluso para ayudarte a adaptarte mejor a la nueva realidad que un cambio inesperado haya traído a tu vida.
Porque todo cambio trae eso, una transformación de nuestra realidad.