¿Cómo identificar mis fortalezas? 1 ejercicio, 3 simples pasos
Si alguien te pregunta hoy en qué eres buena, qué se te da bien o cuáles son tus mayores habilidades o fortalezas, ¿qué le dirías?
¿Sabes responder a esta pregunta con facilidad?
Este es un reto al que nos enfrentamos normalmente en una entrevista de trabajo o a la hora de redactar el currículum.
Pero identificar tus fortalezas no es útil solamente para esto, sino que es vital para aprender a confiar más en ti.
Y es como el perro que se muerde la cola: no saber en qué eres buena te hace ser insegura y ser insegura no te permite ver con claridad en qué eres buena.
¿Estás lista para cortar con ese círculo?
A continuación, te propongo un ejercicio muy sencillo para responder a la pregunta: ¿cómo identificar mis fortalezas?
¿Qué son las fortalezas personales?
Las fortalezas de una persona son el conjunto de habilidades o características deseables de nuestra personalidad que nos dan cierta ventaja ante una situación en concreto y que hacen que sobresalgamos.
Para ponerlo de alguna forma, son esas cosas que sabes que haces bien y que además haces con naturalidad, por lo que no supone demasiado esfuerzo para ti.
Aunque, para ser honesta, la verdad es que suelen ser cosas que se nos dan tan fácil que a veces pasan desapercibidas ante nosotras.
Las inseguridades y la falta de confianza en nosotras mismas también puede hacer que sea difícil identificar nuestras fortalezas.
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¿Por qué es importante identificar mis fortalezas?
Identificar tus fortalezas te va a ayudar a confiar más en ti.
Sí, tener claras tus fortalezas es la respuesta a la pregunta del millón: ¿cómo confiar más en mí misma?
Es impresionante la cantidad de personas con las que trabajado en mis sesiones de coaching personalizado que no saben en qué son buenos, que no se atreven a decirlo o que lo dicen muy bajito, como para no sonar creídos, especialmente las mujeres a quienes se nos ha educado para ser más sumisas y modestas.
Pero la verdad es que saber cuáles son esas fortalezas que tienes y poder decirlas a viva voz es clave para aprender a confiar más en ti.
Toda persona que es segura de sí misma sabe bien cuales son sus puntos fuertes y los usa como aliados para superar momentos retadores de la vida.
Porque no se trata solo de identificarlas sino de saber que podemos utilizar esas habilidades siempre que las necesitemos.
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¿Cómo puedo identificar mis fortalezas?
Inconscientemente sabemos cuáles son nuestros talentos y habilidades porque naturalmente echamos mano de ellas en cada momento difícil de la vida.
Pero no es algo a lo que prestamos atención.
Partiendo de esto, hoy vamos a hacer un ejercicio muy fácil donde vamos a pasar este proceso del inconsciente al consciente.
Toma papel y lápiz y escoge un espacio físico y de tiempo donde estés tranquila y cómoda para hacerlo.
La mejor manera de saber cuáles son tus puntos fuertes y ver cómo los hemos usado, es evocar momentos del pasado.
No hay mejor ejemplo que algo que ya nos haya sucedido en la vida, y eso es lo que haremos:
Punto de enfoque
Vas a centrarte en las tres áreas principales de tu vida:
Relaciones: amigos, familia y pareja.
Profesional: trabajos anteriores y trabajo actual. También sirven las experiencias en la universidad, por ejemplo.
Satisfacción personal: hobbies, intereses y cualquier actividad que te haya hecho sentir bien.
Estructura de la actividad
Vas a seguir estos tres pasos en las tres áreas de tu vida mencionadas anteriormente.
Primer paso
Haz una lista de las fortalezas que te han ayudado en esa área de tu vida.
Por ejemplo, en el área de las relaciones, podría ser: soy compasiva, tengo la capacidad de perdonar y de pedir perdón, soy buena escuchando, soy empática.
En el área profesional puede ser: soy creativa, resolutiva, soy una buena líder, soy responsable, soy persistente, soy ingeniosa o soy constante.
En el área de satisfacción personal puede ser: soy imaginativa, soy atlética, soy buena en los deportes, sé bailar, puedo expresar mis emociones con facilidad, soy rápida, soy buena escribiendo, sé escucharme o sé cuándo es momento de descansar.
Si no se te viene nada a la cabeza en ese momento, puedes buscar en Google ¿cuáles son las fortalezas de una persona? o hacer la búsqueda en función al área concreta de tu vida donde te quedes trabada y ahí te va a salir una lista muy grande para que escojas en función a cosas que han pasado en tu vida.
Igualmente, te voy a dejar una pequeña lista que te puede servir para empezar:
Curiosa
Imaginativa
Aventurera
Agradecida
Consecuente
Leal
Ordenada
Ambiciosa
Analítica
Asertiva
Considerada
Valiente
Decidida
Flexible
Rápida
Disciplinada
Justa
Honesta
Humorística
Optimista
Observadora
Lógica
Mente abierta
Analítica
Motivada
Entusiasta
Prudente
Persuasiva
Extrovertida
Social
Paciente
Espontánea
Responsable
Respetuosa
Ahorrativa
Comunicativa
Estas son 24 fortalezas personales, según Seligman (quien, junto a Chris Peterson desarrollaron un esquema de categorización de fortalezas personales).
Segundo paso
Cita una anécdota, preferiblemente por escrito, de una situación concreta de cada una de estas áreas de tu vida en donde pusiste en práctica una o varias de las fortalezas de tu lista anterior.
Es importante que destaques cómo esa o esas fortalezas te ayudaron a superar un reto o cómo te ayudaron a salir adelante en un momento específico.
En esta etapa de la actividad es importante que seas muy específica al describir la situación.
Por ejemplo, una anécdota en tus relaciones podría ser algo como:
“En un momento de confrontación con mi mejor amiga, tuve la paciencia y la apertura de escuchar su parte de la historia y ese espacio nos permitió entender mejor lo que había sucedido y resolver el malentendido con éxito”.
En este caso, te estás demostrando que tu fortaleza de saber escuchar te ha favorecido en momentos importantes de conflicto.
Tercer paso
A continuación, escribe dos fortalezas nuevas en cada área de tu vida que quisieras empezar a alimentar para tenerlas en el futuro porque estás consciente de que necesitas trabajar en ellas y que te pueden ayudar en estas áreas de tu vida.
Este paso es muy importante porque es importante tener conciencia de que las fortalezas se trabajan y que podemos hacerlo a lo largo de nuestra vida.
No tienes que quedarte con las que ya tienes, puedes ir sumando tantas como desees, pero antes es importante que también las identifiques y que te des cuenta de qué cosas necesitas hacer para trabajar en ellas.
Encontrarás que para el final de este ejercicio estarás mencionando fortalezas diferentes, y quizá una que otra que se repita, basadas en cosas que sí pasaron en tu vida.
Esto es lo que te hace caer en cuenta de que es verdad y que tus fortalezas están ahí, a tu disposición.
Ahora te recomiendo reunir todas esas fortalezas en una sola lista, una lista a la que puedas mirar cada vez que necesites alimentar tu seguridad.
Porque cuando somos capaces de mirar nuestros puntos fuertes, vamos a sentirnos capaces de superar obstáculos y enfrentar retos nuevos porque tenemos la confianza de saber que ya lo hemos hecho, y esa sensación de saber que sí puedes y de que tienes todas esas herramientas a tu favor se va guardando en tu mente como confianza en ti misma.
Una persona es segura de sí misma porque sabe cuáles son sus fortalezas, sabe que en una situación dada puede sacar esas herramientas para manejar las situaciones que le ponga la vida.
Este es tan solo uno de los muchos ejercicios que hacemos en mis sesiones de coaching personalizado que te ayudan a confiar en ti misma, a superar momentos difíciles y a recuperar, proteger y elevar tu autoestima.
Me encantaría que me dijeras si descubriste nuevas fortalezas y cuáles fueron, puedes dejármelas en un comentario aquí abajo.
Y, por supuesto, no dudes en compartir este artículo con quien creas que necesite hacer este ejercicio para aprender a identificar sus fortalezas y a confiar en sí misma.