¿Cómo salir del estancamiento?
Sé más paciente con tus procesos
El hecho de no saber qué queremos hacer o cómo queremos abordar un proyecto o una situación en nuestra vida, no es algo que te está sucediendo solamente a ti. Es algo tan normal que nos ha sucedido o nos va a suceder en algún punto a todos, el ser humano tiende a pensar y repensar las situaciones que se nos presentan y a veces nos cuesta un poco tomar acción.
Es cierto que algunas personas tienden a ser un poco más impulsivas que otras y quizás eso pueda ayudarles en algunas situaciones pero no necesariamente en todas, recordemos que el impulso de hacer algo no es lo mismo que planificar hacer algo y hacerlo de la forma adecuada para que todos esos pasos juntos te lleven a la meta final.
Otras veces sabemos exactamente qué queremos hacer pero no movemos ni un dedo para hacerlo ¿Por qué sucede esto? La mayoría de las veces veces puede ser miedo al fracaso y es posible que esté asociado a creencias que aprendimos durante nuestra crianza, que nos dicen que no somos capaces de hacer las cosas.
Porque quizás toda tu vida te dijeron que no te merecías cosas buenas, porque has tenido experiencias muy traumáticas que de alguna manera te han enseñado que cuando las cosas están bien, en algún punto algo malo va a suceder. Por eso el primer paso y el más importante es enfrentar esos miedos a través de pequeñas acciones que te permitan ganar confianza en ti.
Cambia tus modelos a seguir
Existen dos modelos a seguir los negativos y los positivos, y la influencia de ellos puede tener un cambio drástico en tu vida. Lo primero que debes hacer es identificar ¿cuál es el modelo a seguir negativo y cuál es el modelo a seguir positivo que tienes en tu vida? Esto te va a ayudar a saber hacia dónde quieres ir y hacia donde NO quieres ir, porque muchas veces el saber a donde no quieres ir te permitirá definir en donde sí quieres estar y qué es lo que sí quieres hacer.
¿De qué manera lo puedes hacer?
Por ejemplo, cuando estamos comenzando un negocio podemos evaluar cuáles son aquellos negocios que están en la misma línea de lo que queremos hacer y de qué manera nosotros podríamos mejorar las cosas que ellos están haciendo. Qué cosas que este negocio o este proyecto está llevando a cabo no me gustan y no aplicaría en el mío, este tipo de ejercicios ya te está ayudando a definir qué es lo que no vas a querer en tu marca en tu negocio propio o en tu proyecto.
De la misma forma, puedes tomar referencia de marcas y proyectos que sí resuenan con tus valores e ideas y tomarlas como modelos a seguir positivos que te inspirarán y ayudarán a fortalecer tu marca.
No vivas enfocado en la meta final
Cuándo vivimos nuestra vida basados en metas, nuestro enfoque está solamente en eso en la meta final. Y si no consigues esa meta nunca vas a sentir que tienes una satisfacción o que has llegado precisamente al punto al que querías, por invertir toda tu energía en visualizar el resultado final, no le estás prestando atención al proceso. Es muy probable que por estar distraídos con el futuro, cometamos más errores en el camino hacia un objetivo. Debemos renunciar a la idea de que hasta que no lleguemos allí no nos vamos a sentir bien, no vamos a ser felices.
“Cuando tenga este trabajo voy a ser feliz”
“Cuando tenga esta casa voy a ser feliz”
“Cuando tenga este peso, voy a ser feliz”
Estos son los típicos pensamientos de personas que basan su vida en resultados finales y no en el proceso de conseguir metas pequeñas.
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Enfócate en perfeccionar tus hábitos
Esta es la clave para ser cada día mejores en cada implementación de los pasos que tenemos en nuestro plan de acción. La satisfacción será más frecuente, cada vez que te des cuenta que vas logrando ejecutar cada hábito positivo de una forma más natural y permanente. Si por ejemplo te pusiste como meta levantarte a las seis de la mañana todos los días, porque levantándote a las seis quizás puedes trabajar un par de horas extras en el proyecto que quieres hacer. Entonces tu esfuerzo debe ser enfocado en perfeccionar este hábito diario hasta que se convierta en parte de tu rutina y te cueste cada vez menos hacerlo. La conquista de cada uno de estos pequeños logros es una de las principales fuentes de motivación que puedes tener.
Recuerda que nada va cambiar en tu vida si tú no cambias así sea una cosa que estás haciendo todos los días que no te está haciendo bien. Tú sabes exactamente cuál es esa cosa o cuáles son esas cosas y sabes que tienes que comenzar a cambiarlas. Sin embargo, la paciencia y tolerancia contigo es vital para este giro que le darás a tu vida.
Sal del estancamiento reemplazando esos hábitos negativos por uno positivo a la vez y comienza a trabajar en tu proceso. Acostúmbrate a felicitarte a ti mismo, a darte el crédito que te mereces por cada escalón que alcanzas. No esperes hasta llegar a la meta final para hacer esa solamente la fuente de tu felicidad y éxito.
La fuerza está dentro de ti, da un paso a la vez y confía.
Si sientes que necesitas un empujón adicional o un acompañamiento profesional, pongo a tu disposición mi experiencia y mis programas personalizados de coaching con los que te ayudo a generar un cambio positivo, a crear hábitos nuevos, a mejorar tu autoestima y a recuperar la confianza en ti mismo.