¿Qué es el gaslighting?: Mi experiencia y cómo reconocerlo
¿Sabías que las principales víctimas del gaslighting somos las mujeres? En este estudio se demuestra cómo, especialmente en México, más del 60% de las mujeres sufren este tipo de violencia psicológica y, lo peor de todo, cómo se invisibiliza en todo el mundo a falta de “pruebas tangibles”.
Y es que eso es lo más complicado de todo esto, que pocas veces tenemos cómo demostrarlo, no solo a los demás sino también a nosotras mismas, y es por eso que terminamos dudando de nuestro criterio.
Hoy nos vamos a enfocar en el gaslighting del que podemos ser víctimas cuando estamos en pareja, pero hay muchas información y estudios interesantes donde revelan que esto nos lo pueden estar aplicando familiares e incluso especialistas en un área en concreto, como en el caso de la salud.
Pero, ¿qué es el gaslighting?
Te cuento mi experiencia y cómo reconocerlo.
¿Qué es el gaslighting?
El gaslighting se puede resumir simple y sencillamente como un tipo de abuso emocional y psicológico donde se manipula a alguien para que esta persona dude de su juicio, de su memoria y hasta de su misma percepción de la realidad.
¿Por qué se llama gaslighting?
Se le da este nombre por la obra de teatro homónima de 1938, que luego sería una película en 1944.
La historia de esta obra precisamente ilustra perfectamente cómo es el gaslighting, y es que el protagonista manipula la iluminación y crea diferentes sonidos en la casa mientras le niega a su esposa que todo esto está sucediendo. De esta manera, su esposa comienza a creer que se está volviendo loca y que está perdiendo el juicio.
Por supuesto, la mujer empieza a aislarse y a experimentar verdaderamente un desequilibrio mental que le da luz verde al protagonista para tener el control de todo y hacer con ella lo que quiere.
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¿Cómo se ve el gaslighting?
Claro, no TODAS las situaciones son tan extremas como en el caso de aquella historia, pero todas se rigen por un punto en común: te hacen creer que te estás inventando las cosas y que lo que ves, escuchas y sabes NO es así sino que es un invento tuyo.
Y aunque a priori parezca muy difícil caer en esta “trampa”, la verdad es que es que la persona que nos manipula suele tener TANTO poder de convencimiento, tanta convicción y suele incluso alterarse tanto que te hace dudar al menos después de un par de intentos.
“Todo está en tu cabeza”.
“Otra vez te estás creando historias donde no las hay”.
“Eso no pasó y tú sabes que tienes mala memoria”.
“Pero qué vas a saber tú si tú nunca te acuerdas de nada”.
“Estás loca, otra vez estás inventando cosas”.
Estas son algunas de las cosas que podemos escuchar cuando nos están haciendo gaslighting.
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¿Cómo viví yo el gaslighting?
Sí, así como lo lees, yo también viví esta experiencia durante una relación muy larga que tuve con una persona con rasgos narcisistas.
Por eso, puedo decirte con TODA seguridad que no es de un día para otro.
No es como que conoces a esta persona y ya comienza a manipularte de esta manera.
La verdad es que es mucho más complejo.
Este tipo de persona comienza a labrar el terreno, por decirlo de alguna forma.
De la manera en la que yo lo viví, esta persona me hizo sentir la mujer más especial del planeta, quería que pasara todo el tiempo con él y empezaba a querer impresionar a los demás, no solo a mí.
Al principio todo esto parece idílico, al final uno quiere que la persona que esté con uno se lleve bien y trate bien a nuestros amigos y familiares, pero lo de él iba un poquito más allá y al final te das cuenta que es como si esa persona quisiera que todos estuvieran de su lado para poder manipularte más y mejor.
Con el tiempo, esta persona carismática empezó a convertirse en una persona que invalidaba mis sentimientos.
Poco a poco empezó a invalidar todo lo que yo sentía, decía o hacía, y me hacía creer que todo aquello que me molestaba o que no se sentía cómodo para mí eran solo inventos que estaban en mi cabeza.
No importa si habían pruebas de infidelidad, por ejemplo, todo para él eran ideas mías; cosas que yo me había inventado y cosas que solo yo estaba viendo.
Maquillaba todas las situaciones, le daba vuelta a lo que yo recordaba y lo convertía todo a su favor para hacerme ver que lo que yo pensaba o había visto era incorrecto. Esto era agotador y debilitó mucho mi autoestima e incluso me llevó a cuestionar mi estabilidad mental.
¿Cómo saber si te han hecho gaslighting? 10 señales para reconocerlo:
Te cuestiona constantemente TODO lo que piensas, dices y sientes.
Te pregunta si estás en tus días o directamente te dice que estás “muy sensible” y que no se te puede decir nada porque todo te afecta.
Siempre te estás disculpando con esa persona por todo.
Te encuentras ofreciendo disculpas frecuentemente a todo el mundo por la conducta de tu pareja.
Tienes una sensación de alarma o de que algo puede ir mal incluso cuando estás en calma con esa persona.
Tienes que inventar excusas o minimizar lo que sientes para que la otra persona no se altere.
Empiezas a mentir o a fingir que estás de acuerdo con la persona para evitar conflictos.
Te cuesta tomar decisiones por simples que sean, especialmente si son decisiones que tienen que ver con esa persona.
Crees que nada te sale bien o que no sabes hacer nada bien.
Crees que no eres suficientemente buena.
¿Qué hacer si soy víctima del gaslighting?
En estos casos lo mejor es PEDIR AYUDA.
Sí, ayuda profesional donde puedas conseguir las herramientas para atravesar esta situación de abuso emocional, y también ayuda de tus personas de confianza, que te escuchen y que te den su visión del panorama.
Cuando atraviesas esta situación es muy fácil creer que estás sola, y esa es parte de la estrategia de quien te aplica el gaslighting y una mentira más que le terminamos creyendo.
En este tipo de situación es cuando más te tienes que aferrar a ti, a la fuerza que hay dentro de ti y a quien eres en realidad.
Por eso, hay un par de cosas que puedes hacer si estás atravesando por esta situación:
Aférrate a tus límites personales: “no me siento cómoda con lo que dijiste”, “te pido que no vuelvas a referirte de esa manera sobre mí”, “no me levantes la voz, por favor”.
Defiende tu voz: si así lo viviste, si eso fue lo que viste y si esas son las pruebas que tienes, no permitas que te convenzan de lo contrario. Si lo que quieres es evitar el conflicto, entonces pídele a la persona que se calme y dile que bajo esas condiciones no pueden seguir hablando pero NUNCA dudes de ti y de lo que TÚ SABES que es una realidad.
Recuerda que TUS sentimientos no están sometidos a debate. Son como son y punto y nadie te puede hacer sentir como que lo estás inventando o como si no son válidos porque NADIE más está experimentando eso, solo TÚ.
Confía en tu intuición: hay algo dentro de ti que te dice que eso no se siente bien, que eso no es correcto, que no estás en un lugar seguro y DEBES hacerle caso, es como el Pepe Grillo de Pinocho y debes hacerle caso y serte fiel a ti misma.
Lo más importante que quiero que te lleves de aquí es que NUNCA estás sola, que se puede salir de esta situación, y que, aunque conlleve mucho trabajo, es POSIBLE volver a alimentar tu autoestima, volver a sentirte suficiente, amada, valiosa e importante PORQUE LO ERES.
Y te lo digo con toda la propiedad que me da haber salido de una situación así y haber ayudado a muchísimas mujeres a través de mis programas de coaching online a conectar con ellas, con su poder y con su valor.
Me encantaría poder acompañarte y darte TODAS las herramientas que necesitas para pasar página de una vez por todas y poder escribir un nuevo capítulo en tu vida, con más amor propio y con más confianza.