¿Qué es el síndrome del impostor y cómo controlarlo?
“Eso lo puede hacer cualquiera”.
“No tengo idea de cómo entré en este trabajo, tuve suerte de que me escogieran”.
“La verdad es que no me salen tan bien, he probado mejores”.
“Un día se van a dar cuenta que yo no sé lo que estoy haciendo".
¿Te has encontrado diciendo alguna de estas cosas?
¡No eres la única persona que pasa por esto!
Hay estudios que indican que más del 70 % de las personas hemos sido víctimas alguna vez del síndrome del impostor, al que también se le conoce como síndrome del farsante o del fraude.
Pero, ¿qué es el síndrome del impostor? ¿Cómo saber si estoy siendo su víctima?
Te lo cuento enseguida y también te comparto algunos trucos y recomendaciones para controlarlo.
¿Qué es el síndrome del impostor?
Básicamente el síndrome del impostor se manifiesta en nuestras vidas con una sensación constante de fracaso.
Es esa sensación de que somos inadecuados o que somos incompetentes en lo que estamos haciendo, incluso cuando nuestros resultados son una prueba de que no solamente NO somos incompetentes sino que además hemos conseguido muy buenos logros en nuestro trabajo.
Este fenómeno psicológico tiene este nombre porque nos hace sentir como que no sabemos lo que hacemos o que no sabemos lo suficiente y que te van a descubrir y a exponer.
SPOILER ALERT!
Esto es algo que ocurre ÚNICAMENTE en tu mente, pero que se alimenta constantemente de cualquier experiencia que te haga sentir fracasado o que estás cometiendo un error.
Lo peor es que el síndrome del impostor ataca a MUCHÍSIMAS personas, personas preparadas, especialistas en un tema o con muchísimo talento, que se sienten paralizadas ante un montón de creencias limitantes con las que se autosabotean.
¿Cómo saber si tengo el síndrome del impostor?
Seguramente leyendo qué es el síndrome del impostor, es probable que hayan saltado algunas alarmas dentro de ti.
Pero para que lo veas más claro, estos son algunos de los síntomas del síndrome del impostor o formas en las que se evidencia:
Sientes que todo lo bueno que logras es suerte, que no te lo mereces, que no te lo has ganado, que no te pertenece.
No crees que tengas las capacidades que los demás te dicen que tienes.
Sueles creer que todo te va a salir mal, incluso las cosas que sabes hacer o en las que sueles tener éxito.
Insatisfacción constante.
Ansiedad.
Sensación constante de desesperanza.
Temor irracional de que “descubran” que no eres tan bueno como ellos piensan o de que no eres capaz de hacer lo que se supone que deberías saber hacer.
No saber aceptar cumplidos relacionados a tus capacidades o a tu trabajo.
Tipos de síndrome del impostor
Según la Dra. Valerie Young, co-fundadora del Impostor Syndrome Institute, existen 5 tipos del síndrome del impostor:
1. Perfeccionista
Entre los tipos de síndrome del impostor, el primero que encontramos es el perfeccionista.
Esta es la típica persona que siente que necesita tener el control de TODA situación, sobre todo cuando se trata del aspecto profesional.
A este tipo de personas les cuesta delegar responsabilidades.
Sienten que tienen que hacer las cosas ellos mismos para que estén bien hechas.
También es una persona que pone estándares de éxito súper altos para sí mismo, que son prácticamente imposibles de alcanzar.
Y, claro, si no consigue alcanzar al 100 % la idea de éxito que han creado en su cabeza, porque evidentemente no es posible, entonces esta persona se siente como un fracaso.
Esto lo que forma es una espiral de pensamientos negativos, por lo que muy pocas veces se sienten satisfechos con los resultados que consiguen.
No es capaz de aceptar o de admitir que algo les salió excelente, incluso cuando los resultados están frente a sus ojos o los demás lo están percibiendo.
RECOMENDACIÓN:
Si te sientes identificado con este tipo de síndrome del impostor, es recomendable que aprendas a tomar tus errores como parte del proceso natural de la vida y que la búsqueda de la perfección a veces termina por paralizarnos más que por estimularnos.
La perfección NO existe y tropezar con esa realidad una y otra vez terminará por frustrarnos.
2. Supermujer o superhombre
Este es el típico caso de una persona que trabaja excesivamente, muchísimo más que el resto de las personas.
Y cuando digo excesivamente, es que sobrepasan los límites de horas de trabajo y de esfuerzo.
Hablamos del que es el último en irse de la oficina o que ni come y hasta se olvida de ir al baño o tomar agua por estar pegado al trabajo.
Y si trabaja en el cuidado de su hogar o de la familia, entonces da todo para todos, es la última persona en acostarse y se olvida de sí mismo con tal de que todo esté perfecto.
¿Fines de semana?
¿Días libres?
¡Ni hablar!
Si siente que no está dando TODO de sí, entonces es un fracaso o no es suficiente.
La supermujer y el superhombre son personas que están tratando de llegar más allá de los límites que tiene como ser humano para conseguir lo que quieren o para demostrar de lo que son capaces y esto puede afectar su vida, sus relaciones y su salud porque los niveles estrés se elevan constantemente.
RECOMENDACIÓN:
Por eso, es IMPORTANTÍSIMO que seamos capaces de reconocer que el éxito no se mide por la cantidad de trabajo que estamos haciendo o por la validación externa.
Es importante también que poco a poco entendamos que NO tenemos que hacer más de lo que nos toca, ni hacer el trabajo de dos personas más para poder sentirnos valiosos.
Debemos internalizar que no hay nada de malo en pedir ayuda y que no estamos siendo egoístas o vagos para tomarnos un tiempo para nosotros, para no pensar en trabajo u obligaciones, sino hacer cosas que disfrutamos y que nos nutran.
No es vivir para trabajar sino trabajar para vivir.
3. Genio natural
En este caso, la persona siente que tiene que tener un talento o don natural para poder hacer algo.
Nunca se han sentido suficientes e incluso muchas veces ni siquiera comienzan un proyecto porque dicen “¿cuál es el punto de empezar con esto? Yo no tengo ese talento, así que al final igual voy a fracasar”.
Este tipo de personas siente que si no lo logra en el primer intento, nunca lo va a lograr.
Y esto es bastante limitante porque les hace creer que tienen que saberlo todo, que tienen que saber hacerlo y que, si necesitan la ayuda de alguien más, de un coach, de un maestro, empezar algún curso, entonces ya están fallando porque ellos DEBERÍAN poder hacerlo bien sin ayuda.
Sentir que no vale la pena intentar, que no mereces hacer ciertas cosas o que es imposible empezar la aventura de hacer algo nuevo, de lo que no tienes conocimientos, solo hace que nos invada una sensación de fracaso y de frustración antes de siquiera empezar.
Y cuando este tipo de persona intenta algo, y los resultados son desfavorables, entonces comienzan a dudar de todo y se les desmorona la imagen que tienen de ellos mismos y la confianza que podían haber construido hasta ese punto.
RECOMENDACIÓN:
Intenta aceptar poco a poco que NO tiene que salirte todo PERFECTO a la primera.
Es importante que empieces cosas cuya motivación sea divertirte, pasarla bien, explorar algo que te produce curiosidad o aprender nuevas habilidades que hoy no tienes.
NADIE espera de ti que TODO te salga perfecto, ábrete a la aventura de ser también aprendiz.
4. Solista
El solista podría ser una extensión del genio natural, del que hemos estado hablando anteriormente.
Este síndrome del impostor, como su nombre lo indica, se evidencia en la necesidad de sentir que tenemos que hacer todo solos.
Es decir, pedir ayuda es el PEOR escenario en sus vidas o al menos uno bastante caótico.
“¿Cómo voy a pedir ayuda?”
“¿Yo debería poder con esto?”
“Voy a molestar, mejor me encargo yo solo”.
Estas son algunas de las conversaciones que existen en su diálogo interno.
Y es que lograrlo ellos solos, hacerlo todo por sí mismos, es la única manera en la que se pueden sentir exitosos.
La verdad es que pensar así es bastante irreal porque es complicado que NO necesitemos ayuda alguna vez.
En algún punto de nuestras vidas necesitaremos el consejo, acompañamiento o asesoría de alguien más, incluso necesitaremos que nos echen una mano en algún momento de crisis.
RECOMENDACIÓN:
Es importante que tengas presente que puedes ser INDEPENDIENTE, y aún así admitir que en ciertas cosas necesitas una mano amiga.
Lo más bonito es que siempre hay alguien que nos puede apoyar para que las cosas salgan mejor.
Ábrete a recibir la ayuda que seguramente TÚ darías.
5. El experto
Para ellos, su éxito y lo que son está basado en lo que saben y en cuánto saben.
Es la típica persona que no puede dejar de estudiar de una forma excesiva.
Este tipo de personas termina una carrera, empieza un curso, hace una especialización, luego una maestría y así va en la vida.
Y no se trata de que prepararse sea malo, NO.
Se trata de que puede ser negativo cuando se usa como una manera de escapar del mundo real, o del mundo laboral y evitar o retrasar el hecho de empezar un proyecto porque nunca siente que sabe suficiente como para iniciar.
Este tipo de personas, de hecho, no suele aplicar a una vacante laboral si no cumple con el 100 % de los requerimientos para ese puesto porque entonces no sienten que sean los indicados o que puedan hacer ese trabajo.
Y es que esa cantidad de estudios y de preparación parece NUNCA SER SUFICIENTE,
Cuando otras personas los reconocen como expertos,en ciertas áreas, no sienten que merezcan ese título y menosprecian todos esos conocimientos que han obtenido.
RECOMENDACIÓN:
Si te puedes identificar con este rasgo, me gustaría que supieras que NO existe el momento perfecto para comenzar.
Es una lástima que no estés compartiendo con el mundo todos los conocimientos y habilidades que tienes.
Comienza hoy con lo que sabes.
Hay cosas que nos enseña la experiencia, el error y la vida misma.
Parte de lo que quiero que te lleves hoy, después de leer este artículo, es que esto es algo muy común.
De hecho, un informe encargado por el Access Commercial Finance en Reino Unido confirmó que afecta a MÁS mujeres que a hombres.
Lo que quiero que veas es que TODOS tenemos inseguridades y miedos, y aún así hay quienes se atreven a intentarlo.
¿Por qué te vas a quitar esa posibilidad a ti mismo?
Para que veas que es así, comparto un video donde personas de mi comunidad han decidido abrirse y compartir sus más grandes inseguridades.
Reconocerlo siempre será el primer paso:
Recuerda que los hechos objetivos son los que nos van a dar la respuesta de si estamos capacitados o no. ¿Nos hemos preparado para hacerlo? ¿Sabemos de esto? ¿Hemos demostrado que tenemos la capacidad de hacer este tipo de cosas?
Y, sí. Es verdad que hay MUCHO por aprender, pero también es verdad que no sabremos qué nos falta aprender hasta que no empecemos.
Si sientes que necesitas ayuda para poder liberarte del síndrome del impostor, yo puedo ayudarte con mis programas de coaching personalizados online a conseguir esa seguridad en ti mismo que tanto deseas.